Ñ Editores se complace en recibir entre nosotros
la publicación de "Autobiografía de un hombre sin importancia" de
Ludwing Varela. Leer a Lud es revisar la decadencia de una ciudad muerta,
convulsionada, estropeada, si acaso cabe una lectura mejor, es en estas condiciones
en las que el personaje "sin importancia" debe afrontarse a sí mismo.
No hay otra forma, inevitablemente nos golpea,
nos recuerda que la muerte y la violencia en todas sus formas están permitidas
como parte del menú de nuestro paso terreno.
Ludwing Varela refleja a cabalidad su generación,
una generación marcada fundamentalmente por la inconformidad y el ahogo social.
Que esta valoración no se tome como un síntoma de derrotismo sino como la
fuerza motora de una literatura con retos complejos y en donde el mayor logro
es el sobrevivir a la barbarie de las jaurías listas para clavar uno a uno sus colmillos
sobre el autor y su obra. Amén por los lectores.
¡Bienvenido Lud!
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